En un marco internacional revuelto, con el conflicto del Sáhara latente tras la declaración del estado de guerra por parte del Frente Polisario contra Marruecos el pasado mes de noviembre, el anuncio realizado en diciembre por el expresidente Donald Trump en el que reconocía la soberanía marroquí del territorio autónomo o la reciente hostilidad de las relaciones del Reino Alauíta con Alemania por ondear una bandera de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en un parlamento regional; Estados Unidos y Marruecos desarrollan esta semana maniobras militares en alta mar entre Lanzarote y Agadir dentro del denominado Lightning Handshake 2021 (en su traducción al español 'Apretón de manos'). Este ejercicio bilateral, con el que ambos países pretenden garantizar la seguridad en la región, se lleva a cabo días después de que el portaaviones americano Dwight D. Eisenhower realizara maniobras de vuelos dentro del espacio aéreo español a menos de 50 millas al noroeste de la isla de La Graciosa.

La Sexta Flota, que tiene su base en la ciudad italiana de Napolés, estaba desplegada ayer a unas 100 millas al este del extremo oriental del Archipiélago, en el corredor utilizado por las mafias para introducir migrantes en las Islas a través de pateras que durante las últimas semanas han disminuido su actividad. La armada estadounidense informó a través de un comunicado de que con este ejercicio se pretende mejorar las operaciones entre ambos países “en múltiples áreas de guerra”, entre las que se incluyen “guerra de superficie, guerra antisubmarina, guerra aérea y de ataque, apoyo logístico combinado e interceptación de operaciones marítimas”.

El contraalmirante de la armada estadounidense Scott Robertson, encargada de dirigir a las unidades desplegadas, declaró que es un “honor” participar en el “histórico” ejercicio militar bilateral que refleja un asociación entre los dos países que dura 200 años. “Estas maniobras mejoran la base de nuestra interoperabilidad y el apoyo continuo de nuestro compromiso a largo plazo para con la seguridad en la región”, dijo.

Inestabilidad

El gobierno estadounidense señaló en la nota que estos ensayos incrementan la capacidad de los ejércitos norteamericano y marroquí de abordar los problemas de seguridad que se registran en la zona, además de aumentar la estabilidad en el norte del continente africano. Estas aseveraciones se realizan en referencia a la debilidad mostrada por los países del Sahel ante los ataques de grupos yihadistas en la región y a los choques que menudean entre el Frente Polisario y el reino de Marruecos desde el pasado mes de noviembre.

Ya el expresidente Trump anunció antes de dejar el despacho oval de la Casa Blanca su apoyo a Marruecos en la soberanía del territorio ocupado y anunció la apertura de un consulado en Dajla, antigua Villa Cisneros. Ese apoyo se refrendó en enero con la visita por primera vez en la historia a la ciudad saharaui del embajador estadounidense en el Reino Alauíta apenas nueve días antes de que Joe Biden tomara el mando del país norteamericano. Biden hasta el momento no se ha retractado en las políticas impulsadas por su antecesor en el Magreb. De esta manera, Estados Unidos muestra una posición contraria a la tomada por la ONU, que apuesta por un referéndum para que sean los saharauis quienes decidan su futuro.

Robertson también hizo referencia en otro comunicado a las maniobras que se desarrollaron a principios de esta semana cerca de las costas de La Graciosa, donde se registraron vuelos a menos de 50 millas de aguas españolas que sorprendieron a los controladores aéreos de la sala de control de Gando. En este sentido, declaró que estos vuelos son “un parte importante para mantener la preparación” de las fuerzas armadas. Y añadió: “También envía una señal clara de nuestro potencial, capacidad y, si es necesario, letalidad”. Asimismo, recalcó que significa el compromiso por parte de los EEUU para “la seguridad, estabilidad y prosperidad” de la región.

Las operaciones aéreas cogieron por sorpresa a los controladores aéreos del Centro de Control de Gando, quienes desconocían la presencia del portaaviones estadounidense por la zona y se encontraron en las pantallas aeronaves sobrevolando el espacio aéreo canario del que desconocían su procedencia, según indicaron fuentes próximas a este colectivo profesional.

Además del citado portaaviones, en las maniobras desarrolladas cerca de las Islas estuvieron presentes cinco buques destructores del Destroyer Squadron 22, el USS Mitscher, USS Laboon, USS Thomas Hunder, USS Mahan y el USS Porter, así como aviones y helicópteros del escuadrón Ala Aérea Embarcada (Carrier Air Wing). Por parte de Marruecos están presentes en la Lightning Handshake 2021 la fragata Tarnk Ben Ziyad, un helicóptero Panther y dos aviones de combate ala de combate F-16 y F-5.

Relaciones militares crecientes

Las maniobras en las proximidades de Canarias se enmarcan en un proceso de creciente colaboración militar de Estados Unidos con Marruecos. La US Navy, de hecho, cambió en julio de 2020 el área de operaciones de grupo aeronaval IKE (comandado por el portaaviones Eishenhower) de aguas del Mediterráneo a aguas del Atlántico, siempre en proximidad con España.

En octubre de 2020 el secretario de defensa de Estados Unidos, Mark Esper, visitó Marruecos y firmó un tratado para la venta de armas, entrenamiento de fuerzas navales y otras actuaciones militares conjuntas.

De ese tratado se desprendió la culminación de las negociaciones iniciadas por Marruecos con el Departamento de Estado de la adminsitración Trump para la compra de die zunidades del misil antibuque Harpoon, que ha dado un giro al equilibrio de fuerzas en el ámbito naval entre el reino alauita y España. La adquisición fue comunicada por la Agencia de Cooperación de Seguridad y Defensa al Congreso de Estados Unidos en abril de 2020.

En enero pasado tuvo lugar la II edición de las maniobras navales Atlas Handshake entre las marinas marroquí y americana, en un programa de entrenamiento anual de capacidades tiro con diversas armas iniciado a finales de 2019.