El juez Juan del Olmo ordenó ayer el ingreso en prisión del marroquí Mohamed Buharrat por su relación con los siete terroristas que se inmolaron en Leganés. El marroquí había sido detenido el 26 de abril --el mismo día en que el magistrado ordenó su busca y captura junto a otras cuatro personas, que siguen en paradero desconocido--, pero, tras tomarle declaración, el juez lo dejó libre.

Ayer, Buharrat compareció voluntariamente ante el magistrado. Fuentes jurídicas explicaron que la policía ha hallado testigos que desmienten la versión que ofreció el marroquí ante el juez. Los agentes localizaron su fotografía entre los escombros de la vivienda de Leganés.

Buharrat admitió que conocía a Said Berraj y Mohamed Afalah --ambos en busca y captura--, aunque dijo que hacía tiempo que no les veía. Tampoco concretó la fecha en la que dejó de relacionarse con Jamal Ahmidam, el Chino , uno de los terroristas suicidas de Leganés.

Sin embargo, dos testigos han declarado que vieron al marroquí junto a los dos huidos unos días antes de su detención. Otra persona también ha manifestado que Buharrat tuvo una cita con el Chino unos días antes de la inmolación.

Por otro lado, el abogado de EEUU, Brandon Mayfield, detenido el 6 de mayo en EEUU por su presunta implicación en el 11-M, fue puesto en libertad en la madrugada de ayer, después de que la policía española determinara que las huellas encontradas en una bolsa con detonadores en una furgoneta empleada por los terroristas no son suyas, sino del argelino Uhane Daud. Mayfield es un exoficial del Ejército de EEUU convertido al islam en los 80.