Estados Unidos no olvida los atentados del 11-M y el impacto que tuvieron en las elecciones españolas. Por eso, las fuerzas de seguridad lanzaron ayer una ofensiva orientada a prevenir o frustrar atentados cara a los comicios presidenciales del 2 de noviembre. La vigilancia se aumentará en todo el territorio nacional.

"Queremos que los agentes de la ley se fijen en cosas pequeñas y sospechosas", declaró a The Washington Post el fiscal de EEUU Paul McNulty. Según este diario, cientos de agentes del FBI serán movilizados y la vigilancia será más intensa y, a menudo, encubierta. Los agentes federales llevarán a cabo múltiples entrevistas y, en ciertos casos, detenciones, para prevenir atentados.Ayer, un boletín con las medidas a tomar fue enviado a las autoridades de los 50 estados de la Unión. Los diversos cuerpos de policía locales contrastarán con las listas de terroristas los nombres de personas sospechosas, que hayan sido arrestadas incluso en simples controles de tráfico. También se aumentará la seguridad en los colegios electorales el día de los comicios.