Detenido en 2015, Ma Jian, ex alto cargo del ministerio de la Seguridad del Estado y considerado como el hombre que controló durante años los poderosos servicios de espionaje y contraespionaje, fue declarado culpable, especialmente por haber aceptado sobornos.

Ma Jian, considerado el exjefe del contraespionaje chino, fue condenado a cadena perpetua por corrupción y el tribunal popular intermediario de la ciudad de Dalian, en la provincia de Liaoning, consideró que cometió "los delitos de corrupción, extorsión y uso de información privilegiada".

Igualmente se le revocaron sus derechos políticos y sus bienes fueron confiscados. Ma Jian indicó que no apelaría, según un comunicado del tribunal.

ACTÚO EN FAVOR DE UN MULTIMILLONARIO

La caída en desgracia de Ma se produjo tras una investigación generalizada sobre otros altos cargos de los aparatos de seguridad chinos, especialmente sobre Zhou Yongkang, que era responsable del ministerio de Seguridad y jefe de Ma en 2012.

Según el veredicto, tras una audiencia a puerta cerrada el 16 de agosto, Ma Jian aprovechó sus funciones como ministro adjunto para beneficiar a empresas controladas por el multimillonario Guo Wengui, aceptando a cambio más de 109 millones de yuanes (cerca de 14 millones de euros) de bienes.

Guo Wengui, que pidió asilo en Estados Unidos, es muy crítico con el presidente chino Xi Jinping, quien lanzó desde su llegada al poder en 2012 una campaña anticorrupción que ha sancionado a más de 1,5 millones de funcionarios del régimen comunista.