La Fiscalía israelí ha acusado hoy formalmente a un adulto y dos menores israelíes por el presunto asesinato del adolescente palestino hace dos semanas que originó graves disturbios.

La denuncia, que incluye los cargos de asesinato y racismo, fue presentada esta mañana ante el tribunal de distrito de Jerusalén contra un individuo de 27 años y dos menores de 16 cuyas identidades permanecen bajo secreto sumarial, según medios locales.

De acuerdo a la acusación, los tres asesinaron el pasado 1 de julio al palestino de 16 años Muhamad Abu Jedeir, del barrio de Shuafat, en Jerusalén Este, en venganza por la desaparición y posterior asesinato de tres adolescentes judíos días antes en Cisjordania.

De acuerdo al Canal 10 de la televisión israelí, que ha tenido acceso al auto, el adulto reside en el asentamiento de Adam, en Cisjordania, mientras que uno de los menores reside en Jerusalén y el otro en Bet Shemesh, a 20 kilómetros al oeste de esa ciudad.

La cadena precisó que adulto conducía el vehículo en el que fue secuestrado el adolescente palestino y que los dos menores fueron los encargados de atraerlo e introducirlo en el mismo.

También apunta a que los presuntos autores del crimen, que tenían por objeto vengar el asesinato de los israelíes, estuvieron varias horas en Jerusalén Este buscando una víctima propiciatoria.

La acusación recoge asimismo, según el canal, que tras avistar Abu Jedeir dudaron por unos instantes si tomar a otro supuesto palestino que hacía autostop en la zona por lo que dejaron tranquilo al adolescente durante un tiempo antes de decidirse finalmente por él.

Los acusados secuestraron a Abu Jedeir por la noche, lo golpearon brutalmente dentro del vehículo y después lo llevaron a un bosque a las afueras de Jerusalén donde lo quemaron.

La autopsia preliminar de su cuerpo determinó que sufrió un fuerte impacto en la cabeza y que fue quemado aún con vida.

Los hechos dieron lugar a graves disturbios en Jerusalén y otras partes de la región, y forma parte de la cadena de sucesos que condujeron a la actual escalada de violencia entre Israel y Hamás.

Según la descripción de los hechos, los tres planificaron el secuestro del palestino e incluso se prepararon para ello, además de haberlo intentado un día antes con otro menor en un barrio contiguo a Shuafat, Bet Hanina, de acuerdo al periódico "Yediot Aharonot".

La Policía israelí consiguió llegar hasta ellos gracias a las cámaras de televisión en cinco establecimientos donde se produjo el secuestro y en cuyas grabaciones se veía con claridad el vehículo, así como por las decenas de pistas que dejaron en su camino, que han afianzado el acta de acusación.