El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, cree que existe una «gran probabilidad» de que un ciudadano francés figure entre los miembros del Estado Islámico que participaron en la ejecución de prisioneros sirios mostrada este domingo en un vídeo difundido por los yihadistas para anunciar la decapitación del cooperante norteamericano Peter Kassig.

“Es muy probable que un ciudadano francés haya podido participar directamente en la comisión de estos crímenes abyectos”, ha señalado el ministro en rueda de prensa tras informar de que el vídeo ha sido analizado por los servicios franceses de información. Ahora corresponde a la justicia actuar a la vista de los datos de que dispone la policía.

El joven francés en cuestión sería Maxime Hauchard, nacido en 1992, originario de un pequeño pueblo de Normandía y que se fue a Siria en el 2013. Al parecer, se hace llamar Abu Abdallah Al Faransi (Abú Abdala El Francés) y su rostro ha sido reconocido por especialistas en terrorismo y por algunos de sus conocidos. En el vídeo aparece con barba, boina negra y uniforme, va armado con un cuchillo y se situa tras uno de los rehenes.

CONSTERNACIÓN EN SU PUEBLO

En el pueblo de su familia, Bosc-Roger-en-Roumois, a media hora de Rouen, la noticia ha sacudido a los vecinos, que no entienden cómo este chico ha podido radicalizarse de tal manera. Nacido en una familia católica normal, Hauchard había creado una pequeña empresa de venta por internet en el 2010 y parece que fue en la web donde descubrió el Islam. El giro definitivo hacia la radicalización podría haberlo dado durante un viaje a Mauritania desde donde intentó, sin éxito, pasar a Malí.

En agosto del 2013 se va a hacer la yihad a Siria y un año más tarde se convierte en miembro del Estado Islámico. El pasado verano fue entrevistado por la cadena francesa BFMTV y el joven normando aseguraba que se había convertido al Islam él sólo. Habló también de entrenamientos y operaciones especiales y de que su mayor objetivo era aplicar la sharia y morir en combate.