La irritante lentitud en el escrutinio de los votos y las quejas sobre la deficiente preparación de las elecciones legislativas, celebradas en Indonesia el pasado lunes, marcaron ayer la primera jornada de una tensa espera que promete ser tan larga como la de 1999, cuando se tardaron diez semanas en dar los resultados.

Con poco más de dos millones de votos contabilizados, apenas el 2% de los sufragios emitidos, el Partido Demócrata de Indonesia para la Lucha (PDI-L), de la presidenta Megawati Sukarnoputri, y el Golkar, formación que fue el sostén del general Suharto en los más de 30 años de dictadura, avanzaban ayer casi empatados, con algo más del 18% cada uno. El Golkar, dirigido por Akbar Tandjung, figuró en las encuestas previas a las elecciones como el favorito. En tercer lugar, con un 13,6%, se situaba ayer el Partido Demócrata (PD), de Susilo Bambang Yudhonoyo.