Tony Blair, quien siguió a George Bush a la guerra, no tiene ahora otra opción que seguirle de nuevo y abrir una investigación sobre las presuntas armas de destrucción masiva de Sadam Husein. La oficina del primer ministro informó anoche de que el anuncio de la creación de la comisión era "inminente". Preparando el terreno, un portavoz de Blair admitió por primera vez que hay "dudas razonables" sobre los arsenales, nunca encontrados.

"Hemos estado manteniendo intensas discusiones con EEUU en los pasados días", declaró el portavoz. Desde la oposición, liberales y conservadores volvieron a reclamar la apertura de una investigación independiente. "Es un asunto de interés nacional. Cuando tengamos los resultados finales de la investigación, cada uno sacará sus conclusiones de dónde ha estado el error y de quién está equivocado", subrayó el jefe de los tories , Michael Howard. Blair será interrogado hoy mismo sobre los informes de los servicios secretos cuando haga una de sus regulares comparecencias ante el Comité de Enlace del Parlamento.

Por otra parte, otro Comité, el de Exteriores, concluyó que la invasión de Irak ha tenido un efecto boomerang . "Con la guerra ha aumentado la posibilidad de ataques contra ciudadanos e intereses británicos", indicaba el informe realizado por este comité.