Al menos ocho personas han muerto y más centenar están desaparecidas después de que un alud de barro sepultara decenas de viviendas en una zona montañosa del estado de Washington, unos 90 kilómetros al noreste de Seattle.

Según las autoridades locales, citadas por la agencia Associated Press, entre los 108 desparecidos no solo hay residentes de la zona, sino también algunos obreros de la construcción y un grupo de chicas que celebraba una fiesta de pijamas. Esas mismas fuentes sostienen que lo más probable es que la cifra de víctimas aumente a medida que avancen las labores de rescate.

El incidente se produjo el sábado por la mañana, cuando las fuertes lluvias provocaron un desprendimiento de tierras. El alud de lodo arrastró árboles, rocas y maleza, sepultando al menos una treintena de viviendas y un tramo de la autovía 530 en un área de 2,6 kilómetros cuadrados. "No encontramos a nadie vivo. No había señales de vida", dijo un responsable de bomberos el domingo por la mañana.

"Gente que gritaba"

La inestabilidad del terreno hizo que las labores de rescate se detuvieran el sábado por la noche, antes de reanudarse el domingo y este lunes con la ayuda de helicópteros y perros de rastreo. Uno de los vecinos describió lo sucedido como si una excavadora hubiera arramblado con todo. "Había barro, pertrechos caseros por todas partes, gente que gritaba, lloraba y corría entre la maleza", le dijo Sierra Sansaver al diario 'Seattle Times'. Se da la circunstancia de que la colina afectada, a unos 25 kilómetros de la localidad de Arlington, ya sufrió un desprendimiento semejante en el 2006.