París se prepara para la que se prevé que sea una jornada de protestas masivas de los 'chalecos amarillos'. La policía, además de blindar la ciudad, ha detenido al menos a 278 personas antes del inicio de la protesta para impedir con carácter preventivo incidentes violentos.

Así lo han asegurado fuentes de la Prefectura de Policía, que no han descartado que la cifra siga aumentando.

Las detenciones, según la fuente, han sido detenidas sobre todo por formar parte de grupos susceptibles de protagonizar actos de violencia o por estar en posesión de objetos que pueden utilizarse para ello. No necesariamente quedarán bajo custodia una vez que se realicen las verificaciones pertinentes.

El ministro del Interior, Christophe Castaner, que desde la madrugada ha estado recorriendo el dispositivo de seguridad en diversos puntos de la ciudad, justificó su pertinencia para impedir que se reproduzcan los disturbios del sábado pasado: "Hemos tenido que dar una respuesta fuerte".

Castaner, en declaraciones al canal "BFMTV" pidió a los "chalecos amarillos" que quieren hacer valer sus reivindicaciones "que no se mezclen" con los violentos porque "la violencia no es nunca una forma de manifestarse".

También dijo que "el Gobierno ha tendido la mano" con su disposición al diálogo y con medidas como la supresión de la subida de impuestos sobre el carburante que estaba programada a partir de enero: "Ahora hay que ponerse en torno a la mesa y discutir".

FILTRACIÓN

La oficina fiscal de París ha abierto una investigación ya que parte de la planificación del dispositivo de seguridad fue filtrado en Twitter el viernes por la noche. La fiscalía busca determinar quién ha sido el responsable.

"Se publicó en internet una nota del DSPAP (Departamento de seguridad y proximidad') relacionada con el dispositivo. Es una nota técnica que se distribuye ampliamente", dijo la jefatura de policía.

CIUDAD BLINDADA

París ha amanecido casi desierta y custodiada por los vehículos blindados de la Gendarmería. Más de 8.000 agentes de las fuerzas del orden están en estado de máxima alerta en la capital, y en toda Francia se desplegarán casi 90.000 efectivos.

La cuarta jornada de protesta de los 'chalecos amarillos' ha llevado a la ciudad a actuar con prevención y gran parte del comercio, sobre todo el del centro, ha cerrado sus puertas.

La policía teme que entre los 'chalecos amarillos' haya infiltrados violentos que puedan convertir la jornada en un día de batalla campal.