Tres refugiados de nacionalidad afgana fueron encontrados muertos ayer en la frontera terrestre que comparten Turquía y Grecia, marcada por el río Evros. Todo apunta a que las bajas temperaturas acabaron con sus vidas. Esta vía de paso a territorio de la Unión Europea ha sido muy utilizada últimamente para esquivar las rutas de las islas griegas, vigiladas por las guardias costeras. Este año han entrado en Europa por esta ruta hasta 14.000 personas.

Cruzar el Evros es una tarea de alto riesgo. Pero hay gente que lo consigue. Un refugiado que iba con el grupo de los tres fallecidos explicó que una vez lograron alzanzar la orilla griega fueron a buscar ayuda pero nadie les echó una mano. «Alguien debió de llamar a la policía, porque en seguida los agentes vinieron y nos atraparon. Primero nos llevaron a comisaría y después de vuelta al río, donde había dos barcos esperándonos. Nos pusieron dentro y nos mandaron de vuelta», explicó Jamalvddin Malangi, también afgano y amigo de uno de los fallecidos.

Un vez devueltos al otro lado del río, tres de los refugiados murieron de frío. Los cadávares están siendo examinados por la policía forense.