Forzado por el firme respaldo de que goza Kofi Annan entre la mayoría de países miembros de la ONU, Estados Unidos, por fin, salió ayer tibiamente en su defensa. "Annan es un buen secretario general", indicó el secretario de Estado, Colin Powell, para hacer frente a la operación de acoso y derribo que medios políticos y periodísticos ultraconservadores de EEUU han montado contra el secretario general. Algunos han llegado incluso a pedir su dimisión.

Apenas un día antes, el presidente, George Bush, había evitado respaldar al jefe de la ONU, al que senadores republicanos ultraconservadores responsabilizan por el mal manejo del programa Petróleo por Alimentos, que entre 1996 y el 2003 permitió al Gobierno iraquí vender crudo para alimentar a la población. Al abrigo de este programa, Sadam Husein se llevó ilegalmente más de 21.000 millones de dólares (15.800 millones de euros) a través de una red de corrupción que está siendo investigada por un comité independiente que dirige Paul Volcker, expresidente de la Reserva Federal de EEUU.

Annan recibió ayer el apoyo explícito de la UE por boca del embajador de Holanda ante la ONU, Dirk Jan van der Berg.