El Gobierno británico ha convocado este miércoles al embajador de España en Londres, Federico Trillo, para transmitirle su "grave preocupación" por la supuesta incursión de un buque español en las aguas territoriales de Gibraltar. El Ministerio de Exteriores español no ha tardado en reaccionar y ha convocado a su vez al embajador del Reino Unido en Madrid para entregarle una nota de protesta por las actividades de barcos británicos tratando de obstaculizar la labor de investigación y protección medioambiental de buques españoles en aguas españolas en la zona de Gibraltar.

A través de un portavoz, el primer ministro británico, David Cameron, ha urgido al Ejecutivo español a "desistir" sobre el Peñón. "Vamos a mantener nuestra postura muy clara en este asunto", ha añadido el representante del 'premier'. Esta es la cuarta vez que Trillo es convocado por el Ministerio de Exteriores británico desde que asumió su puesto en mayo del 2012, todas ellas relacionadas con Gibraltar.

La versión británica

En un comunicado, David Lidington, viceministro encargado de Europa en el Foreign Office, indica que la incursión de este martes en aguas de Gibraltar de un barco español de investigación oceanográfica, acompañado por una patrullera de la Guardia Civil, es "ilegal" y supone "una violación de nuestra soberanía".

Según Lidington, el barco -el 'Ángeles Alvariño', del Instituto Oceanográfico Español (IOE)- hizo una incursión "ilegal" y estuvo acompañado por una embarcación de la Guardia Civil española, que realizó maniobras "peligrosas". Lidington insiste en que el Gobierno británico considera "grave" cualquier intento de España de "ejercer autoridad o control dentro de las aguas territoriales británicas de Gibraltar" y considera tales incursiones como "una violación de la soberanía" británica.

La versión española

Sin embargo, fuentes diplomáticas españolas explicaron que el barco oceanográfico se encontraba este martes en el suroeste de Punta Europa en aguas españolas cuando se acercaron cuatro barcos de la Royal Navy que le intentaron impedir las labores encomendadas, al tiempo que se aproximaron embarcaciones de la Guardia Civil para auxiliar al buque español.

Según Exteriores, lo que el Reino Unido califica de incursión de una embarcación española "no son sino actividades rutinarias de nuestros buques en aguas españolas".

Gibraltar considera que tiene jurisdicción sobre tres millas náuticas alrededor del Peñón, algo que no reconoce España, pues en virtud del Tratado de Utrecht de 1713 solo admite la soberanía gibraltareña sobre las aguas del puerto.

El verano pasado, Londres y Madrid vivieron momentos de tensas relaciones tras el lanzamiento de decenas de bloques de hormigón por parte de las autoridades gibraltareñas en la Bahía de Algeciras. Gibraltar, con un gobierno autónomo, tomó esta medida sin previo aviso para crear un arrecife natural, impidiendo que los pescadores españoles pudieran faenar en esas aguas. Poco después el Gobierno español empezó a aplicar controles de entrada y salida en la frontera común, que se tradujeron en largas esperas en la Verja, lo que provocó protestas por parte de las autoridades del Peñón y del Reino Unido.