Los soldados estadounidenses que infligieron torturas a los presos iraquís en la cárcel de Abú Graib podrían "ser culpables de crímenes de guerra", según el informe sobre Irak del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Bertrand Ramcharan.

El documento, hecho público ayer, aboga por la designación de un ombudsman internacional en Irak mientras dure la presencia de las tropas extranjeras, para vigilar su comportamiento, y pide a las fuerzas de la coalición que permitan visitas regulares a los centros de detención en ese país.

Ramcharan señala sin tapujos que en Irak se han cometido "graves violaciones de los derechos humanos". Más allá de los malos tratos, el informe denuncia el encarcelamiento de numerosas personas "sin que nadie sepa cuántas, por qué razones, donde estaban detenidas, ni en qué condiciones".

Los iraquís tampoco olvidan los abusos cometidos por el derrocado régimen de Sadam Husein. En su primer discurso a la nación, el nuevo primer ministro iraquí, Iyad Alaui, afirmó ayer que la próxima semana se reunirá con los miembros del tribunal especial que juzgará a Sadam. Alaui señaló que este tribunal especial "quedará en manos de los iraquís, tras la transferencia de la soberanía", pero no dio más detalles. El primer ministro pidió también a sus compatriotas que se mantengan unidos "para derrotar al terrorismo" y anunció que el nuevo presidente, Gazi al Yauar, asistirá a la cumbre del G-8 (las siete potencias más industrializadas del mundo, más Rusia) que se celebrará la próxima semana en EEUU. Mientras, Irak estableció ayer una comisión de ocho miembros que se encargará de la organización de las elecciones, previstas para enero del 2005.

EEUU anunció ayer que la policía iraquí detuvo, el pasado 30 de mayo, a Omar Baziyani, supuestamente un estrecho colaborador de Abu Musab al Zarqaui, el máximo dirigente de Al Qaeda en Irak.

MAS VICTIMAS La jornada de ayer en Irak tuvo una de cal y una de arena. Cuatro soldados de Estados Unidos murieron y cinco resultaron heridos en un ataque de la resistencia en el barrio de Ciudad Sadr, en Bagdad. Según fuentes hospitalarias, durante los combates que se registraron en la misma zona la pasada madrugada, cuatro iraquís murieron y ocho resultaron heridos.

Los milicianos fieles al líder radical shií Moktada al Sadr abandonaron ayer las calles de Nayaf y Kufa tras suscribir un acuerdo de alto el fuego con EEUU. Las tropas estadounidenses se retiraron también parcialmente de Nayaf y, a última hora de la tarde, la policía empezó a patrullar por el centro de la ciudad.