El presidente de EEUU, George Bush, tuvo ayer, en su primera rueda de prensa tras las elecciones, un recuerdo para su padre, quien en 1992 fracasó en su intento de lograr la reelección frente a Bill Clinton. Bush dijo haber visto, durante la noche electoral, "el orgullo" en "los ojos cansados" de su padre. "Había incertidumbre y el resultado de la elección no estaba claro. Nunca antes había podido ver en sus ojos el orgullo de ver a su hijo reelegido para un segundo mandato", explicó.

El presidente siguió contando: "A las 3.30 de la madrugada, todavía estaba levantado. Le dije que se acostara". A la mañana siguiente, pidió a su padre que fuera al Despacho Oval, donde tuvieron "una buena conversación".

Bush recordó la "decepción" de 1992, cuando su padre fue derrotado por Clinton. También dijo que aprendió una buena lección: "Que la vida sigue". Y concluyó: "Es una de las buenas lecciones que me ha enseñado".