A tres días de que se cumpla el primer año del inicio de la guerra en Irak, la resistencia iraquí causó ayer una nueva matanza en Bagdad. Según informaron fuentes estadounidenses en la capital iraquí, al menos 28 personas murieron y otras 45 resultaron heridas cuando una gran explosión destruyó el Hotel Monte Líbano, situado en el céntrico barrio de Karrada. A unos pocos centenares de metros está la plaza del Paraíso, donde la caída de la estatua de Sadam Husein el pasado mes de abril simbolizó la caída de su régimen.

La explosión sacudió todo el centro de Bagdad alrededor de las ocho y media de la tarde (hora local, dos menos en España). El inmueble, en el que se alojaban mayoritariamente ciudadanos árabes, sobre todo iraquís y egipcios, fue inmediatamente presa de las llamas, mientras los equipos de rescate trataban de rescatar a los heridos --algunos de ellos estadounidenses-- y los cadáveres de las víctimas de entre las ruinas a las que quedó reducido el edificio. En medio del caos, fuentes militares informaron de que varios de los heridos son civiles estadounidenses.

CONFUSION La confusión causada por el ataque --el peor en Bagdad desde que, el pasado día 2, 71 personas murieron en un atentado contra la mezquita de Kadimiya en la celebración de la festividad religiosa shií de la Ashura-- se repitió a la hora de especificar el origen de la explosión.

El viceministro de Interior, Ahmed Kadhim, lo atribuyó a un cohete disparado por la resistencia, haciéndose eco de los testimonios de testigos presenciales. Es habitual en estas circunstancias que los iraquís culpen de este tipo de explosiones a misiles disparados por aviones de combate estadounidenses. Mucho más fiable es la versión del Ejército de EEUU, que hablaba de un coche bomba, dadas las dimensiones del cráter --de unos siete metros de ancho y tres de profundidad-- y por la potencia de la explosión, que pudo oírse en muchas zonas de la ciudad.

El barrio de Karrada es una de las zonas residenciales y comerciales más importantes de Bagdad, y en la zona donde se encuentra el Hotel Monte Líbano viven kurdos, shiís y sunís. Muy cerca, junto a la plaza del Paraíso, se alzan los hoteles Palestina y Sheraton, donde se alojan numerosos periodistas y constructores occidentales que trabajan para las fuerzas de ocupación. A diferencia del Monte Líbano, el recinto de estos dos hoteles está altamente vigilado para evitar este tipo de ataques.

AVISOS DE ATAQUES El atentado no pilló por sorpresa a nadie en Bagdad. La Administración Provisional de la Coalición, con el administrador estadounidense a la cabeza, Paul Bremer, ha advertido repetidamente los últimos días de que los ataques pueden aumentar en los próximos meses a medida que se acerque la fecha prevista para el traspaso de soberanía, el próximo 1 de julio. La Casa Blanca indicó ayer en un comunicado que este tipo de ataques no impedirá la transición en Irak.

Además, la cercanía del aniversario del inicio de la guerra, el próximo sábado, provoca que estos días la alerta sea máxima en Bagdad y en el resto de Irak. En este sentido, tanto si lo que causó la explosión fue un coche bomba o un misil, la capacidad de los insurgentes de golpear en el mismo centro de Bagdad tan cerca de los hoteles Palestina y Sheraton era ayer motivo de preocupación entre las autoridades estadounidenses y la policía iraquí, si bien el Hotel Monte Líbano era un objetivo muy poco protegido.