El conservador José Manuel Durao Barroso, exprimer ministro portugués, asumirá la presidencia de la Comisión Europea, máximo órgano ejecutivo de la UE, el 1 de noviembre. El Parlamento Europeo ratificó ayer su nombramiento, pactado por los jefes de Estado y de Gobierno de los 25 estados miembros de la UE el 29 de junio. Barroso obtuvo 413 votos a favor, frente a 251 votos en contra, 44 abstenciones y 3 nulos.

Barroso salió elegido fundamentalmente gracias al apoyo de los grupos popular, liberal, Unión de la Europa de las Naciones (conservadores soberanistas) y de los socialistas españoles (en coherencia con la posición del Gobierno de Zapatero). Ignasi Guardans (CiU), que votó contra Josep Borrell para la presidencia de la Eurocámara, apoyó a Barroso.

En contra votaron la mayoría del grupo socialista, los verdes, la izquierda europea, los euroescépticos y los extremistas del grupo de no inscritos. Entre los españoles, votaron en contra Bernat Joan (ERC), Raül Romeva (IC-V) y Willy Meyer (IU). Josu Ortuondo (PNV) se abstuvo.

Barroso dijo sentirse "muy honrado y orgulloso" por la ratificación parlamentaria. El nuevo presidente del Ejecutivo comunitario minimizó el elevado número de votos en contra y calificó el resultado de "excelente". El dirigente se comprometió a "tender puentes" con los que habían votado en su contra, reafirmó sus "profundas convicciones europeas" y aseguró que no será un presidente de la derecha, sino que trabajará con todos los que quieran hacer avanzar el proyecto de integración europea. Además, explicó que aspira a que un tercio de los miembros de la nueva Comisión Europea sean mujeres.