El Consejo General del Poder Judicial comunicó hace unos días que ofrecerá la posibilidad de recibir cursos sobre violencia machista a los jueces de los 335 juzgados con competencias en esta materia. Hasta ahora solo los que dirigen juzgados especializados -un total de 137- están obligados a realizar cursos de 50 horas de duración.

El CGPJ cumplía así con una de las medidas incluidas en el Pacto de Estado contra la Violencia Machista, sin esperar a que entre en vigor la ley que el PSOE presentó nada más llegar a la Moncloa y que prevé ampliar la formación y sensibilización en igualdad de los encargados de dictar sentencias.

El problema con este tipo de formaciones, asegura la abogada Carla Vall, es que hasta el momento han tenido siempre un carácter jurídico y no «transversal». «Es necesario que en los tribunales, por ejemplo, se sepan leer correctamente las reacciones emocionales y psicológicas de las víctimas -dice Vall-. El estrés postraumático puede provocar lagunas en la memoria y, en el momento de la agresión, quedarse paralizado puede formar parte del shock».