La Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) consideran que el programa de rescate pactado con Portugal "sigue por la buena dirección para concluirse", pero han advertido de que quedan riesgos "importantes" tras la impugnación por el Tribunal Constitucional luso de algunas de las medidas del mismo, como los recortes en las pagas de funcionarios y pensionistas.

Tras visitar Lisboa entre los días 22 de abril y 2 de mayo los representantes de la troika han llegado a la conclusión de que este año y el 2015 se producirá una "recuperación económica moderada" en Portugal porque las exportaciones del país siguen creciendo y la inversión privada y el consumo han comenzado a recuperarse.

Los expertos económicos aseguraron en un comunicado que el desempleo seguirá cayendo más y confirmaron los objetivos de déficit del 4% del PIB para el 2014 y del 2,5% para el año que viene.

Dos resoluciones

Sin embargo, no les gustó las dos resoluciones que adoptó el alto tribunal luso el año pasado contra los recortes sociales. En diciembre se pronunció en contra la rebaja del 10% de las pensiones a los jubilados de la administración pública y en junio rechazó la retirada de las pagas extras a los pensionistas y funcionarios.

Estas decisiones podrían suponer, según la troika, riesgos "importantes" para el presupuesto luso por que "pueden contribuir a presiones para la sustitución de medidas de calidad más elevadas por medidas de menor certidumbre y calidad".

También advierten de que las cuentas pueden verse afectadas por posibles cambios en el tratamiento de activos fiscales diferidos, todavía bajo consideración, y el tratamiento estadístico de los esfuerzos para gestionar de forma más eficiente la deuda de algunas empresas públicas, aunque admiten que el Gobierno de Lisboa ha presentado una estrategia fiscal a medio plazo hasta el 2018 que cumple los compromisos de acuerdo con el programa de rescate.

En relación al sector bancario, avisa de que las condiciones de financiación de la economía lusa "siguen siendo difíciles", si bien admiten que la recapitalización de los bancos ha sido reforzada de forma "significativa" en caso de que sean necesarias inyecciones de capital adicionales y que el acceso del país a los mercados de deuda soberana ha ido mejorando gracias al aumento de la demanda de los inversores y la caída "aguda" de la prima de riesgo.

Si los ministros de Economía de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional aprueban la conclusión de la duodécima revisión del programa de rescate a Portugal en junio, habría luz verde para el desembolso de otros 2.600 millones de euros del rescate total de 78.000 millones. La UE aportaría 1.700 millones del tramo y el FMI otros 900 millones.