Presidente de la asociación Sonrisas, dedicada a la visita de niños hospitalizados. Colabora con los cuerpos de seguridad y emergencia a través de varias campañas. La última: donación de tecnología usada para adaptarla a niños con necesidades especiales.

-¿Quiénes componen la asociación Sonrisas?

- Somos un grupo de civiles que colaboran con los diferentes miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad, fuerza armada y emergencias. Este es nuestro sexto año de vida, empezó en la Comunidad de Madrid y poco a poco se ha ido a otras comunidades. Donde más se está realizando últimamente actividades en Aragón, sobre todo en Zaragoza y en Andalucía, concretamente en la parte de Sevilla y de Córdoba.

-¿Qué áreas cubren?

-Con el covid-19 y los hospitales lo tenemos muy paralizado, se pueden entregar juguetes pero no lo hacemos nosotros. Durante la crisis sanitaria nos enfocamos en los centros de menores y de residencias de mayores a través de diferentes campañas para comprar material sanitario y tabletas.

-La donación de tecnología es uno de sus últimos proyectos, ¿cómo les dan una segunda vida para adaptarlos a las necesidades de los más pequeños?

-Pedimos tanto a los voluntarios y a través de redes sociales que donen sobre todo móviles y tabletas para poder darle una segunda vida. Los smartphones encajan en las gafas virtuales, que son caseras pero realizan la misma función. Recogemos esas tecnologías y las enviamos a Sevilla, donde se encargan de montarlas, editar los vídeos y explicar a cada familia cómo utilizarla para los niños.

-¿En que medida mejora la vida de los niños?

-En el caso de las gafas virtuales las realizamos con asociaciones de TEA y autismo. Hay videos educativos, paseos por diferentes museos o, el último que se ha estado poniendo, un parque de atracciones. Lo que se consigue es que los niños, en el caso del autismo o de algún tipo de parálisis, es relajarse.

-¿Han notado un aumento de demanda de su trabajo como consecuencia de la pandemia?

-Muchísimo, ahora estamos con varios colegios de Madrid que necesitan tecnología. Pero con la pandemia las donaciones han bajado, tanto las empresas como los particulares están pasando un mal momento. No dejamos de ser una asociación pequeña y nuestros recursos son limitados, los donativos son privados a través de empresas y los socios, no tenemos otro tipo de ayudas.

-¿Está teniendo buena acogida el proyecto? ¿Hasta cuando se puede participar?

-Este tipo de campañas siempre las tenemos abiertas, de vez en cuando las anunciamos en redes sociales para que la gente siga colaborando. Esta semana empezamos a colaborar con la Universidad de Zaragoza para la donación de smartphones.

-¿Realizan otros proyectos en la capital aragonesa?

-Colaboramos con el Hospital de San Juan de Dios en una campaña de recogida de latas y donativos para los distintos centros. A nivel nacional colaboramos con distintos hospitales para pintar sus salas.

-¿Van a ampliar su radio de acción en los próximos meses?

-El calendario de este año, que teníamos organizado en enero y febrero, se trastocó completamente. A medio plazo hacemos poquísimo, hasta que no mejore la situación y se pueda realizar actividades estamos muy limitados.