Directora educativa de Reino Menudo, en Rosales del Canal, el primer centro de Educación Infantil que recibe el Premio Excelencia Educativa, en su caso por poner en valor las virtudes de la formación y las buenas prácticas.

—¿Qué son los Premios Excelencia educativa?

—Son unos premios nacionales relativamente jóvenes. Esta era su tercera edición. Los concede la Fundación Gala y su objetivo es poner en valor la importancia de los estándares de calidad y perfeccionismo en actividades relacionadas con la cultura, la formación y el conocimiento. De hecho hay que presentarse a ellos. Nos lo entregaron el 21 de marzo en una gala en el Ateneo de Madrid.

—¿Y sus criterios de selección?

—Los premios carecían de una categoría específica para Mejor Centro de Educación Infantil. Y nosotros, sin ningún tipo de ambición ni esperanza, la propusimos. Presentamos nuestro proyecto de centro, y estamos seguros de que investigaron en redes sociales y se entrevistaron con nosotros como si fueran padres pidiendo información.

—¿Cuál es su proyecto educativo?

—Nosotros trabajamos por proyectos. Con niños de estas edades buscamos sus puntos de interés y alternamos temáticas más densas con otras más fluidas: el cuerpo humano y el universo con cuentos populares, por ejemplo. Hacemos especial hincapié en todas las inquietudes que hoy en día tiene la sociedad, las emociones y la empatía. Nuestra columna vertebral también es trabajar el error o la equivocación como oportunidad fantástica para mejorar. Nos encanta que aprendan, pero mediante el disfrute. Por eso también realizamos al menos tres excursiones al año inamovibles: a una panificadora, al taller de cerámica de Muel y a la granja escuela La Torre.

—¿Cuándo abrieron el centro?

—En septiembre del 2011. Es un centro privado para niños de 0 a 3 años. Los ratios son de ocho bebés por aula, de 13 niños en las aulas de 1 y 2 años, y 20 en las clases de 2 y 3 años, pero nosotros consideramos que con 17 y 18 niños ya son suficientes.

—¿Y esos proyectos los adaptan a la edad de cada niño?

—Toda la escuela funciona como un solo ente que gira alrededor de la misma temática, eso sí, adaptándola a la edad. No nos interesa el aprendizaje por el aprendizaje. Tiene que ser algo significativo y basado en el disfrute de los peques.

—¿Qué temática trabajan ahora?

—Hemos cerrado la última etapa, que es la fiesta de fin de curso, y la temática ha sido viajeros del tiempo. Junio es época del masaje infantil, yoga, relax, de aprovechar al máximo el patio y el huerto.

—¿Cree que la escolarización temprana es necesaria?

—Me parece una aberración. Un niño con dos años debería estar en entornos protegidos, amables, suaves y con personas que estén pendientes de ellos, que conozcan a padres y abuelos. Y en un colegio no pasa. Sería perfecto que la Administración valorara que los niños de 0 a 3 años pudiesen estar gratuitamente en centros como el nuestro, suponiendo menos gasto que las aulas de dos años en colegios, y dando mayor calidad a esta etapa. Personalmente, considero que hasta los 6 años los niños no deberían de escolarizarse.