Es artista y generadora de ideas. Fue abogada, para defender los derechos de la mujer. Acaba de publicar ‘La guerra más larga de la historia’, libro a seis manos con Lola Venegas e Isabel M. Reverte. Ya van a por la segunda edición.

-Acaba de publicar ‘La guerra más larga de la historia’. 4.000 años de violencia contra las mujeres...

-Utilizamos esta cifra porque en el código de Hammurabi, de 1750 antes de Cristo, ya hay setenta y tantas normas que están dirigidas a regular el comportamiento de las mujeres. El sexual, ¡claro! Cuando se trata la violación, se dice que si esta ocurre fuera de las murallas, se supone que lo es, porque nadie ha podido oír los gritos de la mujer. Pero si ocurre dentro, se supone también que alguien debía haberla oído, y se pone en duda el consentimiento. Nos resultó curioso que hace 4.000 años hubiera un criterio tan parecido al de ahora.

-El libro habla de la historia de la violencia física, pero también de otras formas de opresión más sutiles.

-Hablamos del triángulo de la violencia. Por un lado, la violencia cultural, que está en las leyes, en las costumbres, en la educación... Es la que considera a la mujer inferior y da lugar a la violencia física, que genera la estructural. En el libro hablamos de las tres. Cada una da lugar a la otra. Yo cuando oigo que en España hay igualdad, me pongo de los nervios. Aquí sabemos el número de muertes, pero el de denuncias y situaciones de maltrato es altísimo. Y las niñas no tienen referentes culturales en los libros de texto. Parece que las mujeres no han hecho nada en la historia. Eso es gravísimo.

-¿Y la guerra continúa?

-Esa violencia es universal y sistémica. Hay países en el que las mujeres son seres carentes de derechos. Pero es una guerra desigual. En el lado del agresor, siempre es una guerra violenta. La lucha feminista siempre es pacífica.

-El libro también habla de esa lucha, de los movimientos que han hecho cambiar el mundo. Entre ellos, ¿está el 8-M?

-Casi en cada capítulo, cuando hablamos de la violencia, hablamos también de la lucha de esas mujeres. A veces es una lucha solitaria de una mujer en un poblado para evitar la ablación y, otras veces, son el Metoo o el 8-M de el año pasado, que ha sido brutal.

-Hablando de la unión de las mujeres. ¡Este libro está hecho a seis manos!

-Mi hermana Lola es filóloga y periodista, como Isabel Martínez Reverte, que ha trabajado muchos años en TVE. Y yo fui abogada y hasta mi enfoque como artista ha sido siempre feminista y de denuncia. Creo que el juicio de La Manada fue la chispa que nos llevó a escribir. Ha sido un trabajo muy intenso de documentar, investigar y contrastar.

-Ha citado su época de abogada. ¿Por qué lo dejó?

-Siempre he tenido una necesidad de luchar por la justicia, pero llegó un momento en que mi capacidad de enfrentarme a la injusticia me superó. He seguido reivindicando a través del arte. Pero, es verdad que no puedo evitar mi vena de letrada.

-Por cierto, ¿el Sol sale para todos? Es su taller y su centro de actividades.

-Tengo mi taller en Zaragoza pero llevo unos meses, que entre el libro y todo, hacemos menos cosas. Ayer mismo nos anunciaron la segunda edición.