Directora de la Fundación Seminario para la Paz de Zaragoza. Desde esta semana inicia un nuevo ciclo anual ‘América Latina, un nuevo escenario’, a través de varias conferencias y la colaboración de expertos.

-¿En qué contexto surgió la Fundación Seminario para la Paz?

-Nació hace unos 36 años, durante la guerra fría. Fue un encargo del primer gobierno democrático de Aragón, estaba la base militar americana y se daba un movimiento pacifista muy fuerte. Desde el Gobierno de Aragón se pensó que era necesario dar un espacio a la cultura de la paz, y se hizo este encargo al centro Pignatelli, de la Compañía de Jesús y se creó en Seminario para la Paz. Años después se convirtió en fundación y tanto el gobierno como las Cortes de Aragón pasaron a formar parte de su patronato. Es importante señalar que el 2021 ha sido nombrado por la Organización de las Naciones Unidas como el año de la paz y la confianza. Este último concepto como clave para que funcione la sociedad.

-Ponen el foco esta vez en la crisis social y económica de América Latina ¿cuál era la situación pre pandemia?

-En los últimos años hemos visto revueltas en Chile, una crisis político-económica en Nicaragua, la situación de Venezuela, Brasil… Además en un caldo de cultivo de tremenda desigualdad de las condiciones de vida. Un elemento muy importante dentro de este contexto es la violencia en todas sus formas, un problema enorme e hilo conductor en todo el continente, unos datos de delincuencia, de feminicidios, paramilitares y pandillas que hacen la vida muy complicada.

-¿Cuál ha sido el impacto de la pandemia?

-Es difícil hablar con uniformidad sobre todos los países, pero si coincide que sus sistemas sanitarios son débiles y la pandemia ha llegado en un momento en el que no son capaces de atender en condiciones. Coincide también , por su forma de vida, las dificultades para establecer restricciones de movilidad o confinamiento. Es cierto que, aún con zonas urbanas, hay más vida al aire libre, y aunque los índices de la pandemia no hayan sido tan altos como se preveían si agravan todos los problemas que hay.

-¿La nueva presidencia de Joe Biden en Estados Unidos tiene cabida en este ciclo?

-Esa cuestión, en relación a América Latina, la tratamos en la última sesión. La vamos a dedicar a analizar la pugna entre las potencias, no solo EEUU , también el papel de China, Rusia y la Unión Europea. Lo que si vamos a hacer, el próximo miércoles 27 es una sesión específica con dos profesores, Robert Matthew y Mariano Aguirre, uno de ellos en Nueva York y otro en Oslo, dos grandes conocedores de EEUU. Haremos una sesión sobre qué se puede esperar de esta legislatura.

-El ciclo se complementa con una serie de cursos ¿de qué tratan en esta ocasión?

Sigue dos grandes líneas. Por un lado ya que estudiamos el continente también queremos dar un espacios a las asociaciones de latinoamericanos de Aragón, para conocer su punto de vista. Con el ciclo también conocemos las realidades de las que vienen. La otra parte es más cultural, este año vamos a trabajar sobre la literatura latinoamericana, solemos hacerlo en colaboración con las bibliotecas, pero con el covid lo tenemos que ver como hacerlo.

-¿Hay algo que permita prever una situación mejor para América Latina?

Su sociedad tiene mucha experiencia en afrontar crisis de todo tipo. La esperanza está en la capacidad que tienen de articularse y enfrentarse a sus problemas.