Junto a su equipo Los dispersos lleva más de doscientos programas concursando en ¡Boom! Siempre que tiene ocasión promociona la provincia de Teruel, Griegos y Estercuel, municipios natales de sus padres.

-Cómo es la experiencia de doscientos programas en un concurso televisivo?

-Interesante, al estar tanto tiempo en el concurso llegas a conocer a los trabajadores, al equipo y ves cómo funciona la tele. Algo que si vas un día o dos, con el ritmo frenético que llevan no puedes observar. Vas hablando con ellos y ves cómo funciona el programa.

-¿Se acostumbra uno a la tensión de jugárselo todo?

-Cada programa es un mundo, según se desarrolla sientes más o menos nervios. Obviamente cuando encaras un par de ediciones en las que han estado a punto de eliminarte tienes un poco más de nervios. Es como un deporte, no puedes acostumbrate a nada. Cualquier día te pueden eliminar, una aventura nueva y hay que tener una mente dirigible para adaptarte.

-¿Ve su participación en ¡Boom! como una profesión?

-Ahora es a lo que dedico la mayor parte de mi tiempo. Hasta el verano trabajé en una academia y desde marzo, por la pandemia, de forma online. Repartía mi tiempo. Como matiz, un trabajo depende de tu esfuerzo y de tu situación. Yo en el concurso no decido las preguntas, lo hacen los guionistas. Si lo considerase un trabajo me volvería loco, porque sería incapaz de mejorar o de ser más eficiente, no sabría por dónde empezar.

-Su equipo, Los dispersos ¿tienen una estrategia para encarar cada edición?

-Óscar y Victoria son autónomos, van épocas, cuando tienen mucho trabajo a duras penas están en el concurso. Manolo también. El único que tiene tiempo para prepararse soy yo. Lo que hacemos todos es estar al día, muchas preguntas son de actualidad. Por ejemplo, en octubre y noviembre salen muchos premios internacionales, el Premio Planeta, todos los literarios, los Nobel… Sobre el resto, lo que cada uno sepa. Óscar se lee revistas, el Muy Interesante, documentales… Pero sentarnos a estudiar no lo hacemos.

-En sus intervenciones promociona Teruel y Griegos y Estercuel, los pueblos natales de sus padres, una manera más informal de invitar a esta tierra

-Entre bomba y bomba nos preguntan anécdotas de nuestras vidas. Si viene a colación algo que hemos comentado pues lo saco, lo que no hago es colar una cuña como si fuera un anuncio, siempre que tiene que ver con el pueblo lo cuento. También hablo mucho de cuando viví en Japón. Tiene que ir por lo personal, de otra manera quedaría falso.

-La Diputación de Teruel reconoció su labor en este sentido ¿estaría abierto a colaborar con ellos?

-Por supuesto, a parte de ir con mucha frecuencia tengo amigos que están en la corporación municipal y me cuentan las necesidades que tienen. En Griegos necesitan mejorar su infraestructura, que las carreteras estén en condiciones, que funcione la quitanieves y que haya suficientes viviendas. En Estercuel que no hay trabajo, tras el cierre de la térmica y de las minas. Surgen algunos proyectos del sector terciario pero no estaría de más alguna industria.

-¿Qué vendrá tras ¡Boom! ?

Me gustaría sacarme unas oposiciones o trabajar con mis compañeros en algún tema audiovisual, sobre viajes o sobre la España vaciada.