No solo conoce al dedillo el tráfico de la ciudad, sino que muestra con orgullo uno de los mayores porcentajes de aprobados en el carnet de conducir. Su truco, dice, el método de su autoescuela, de la que es profesora y coordinadora.

—¿Cómo se aprueba a la primera el carnet de conducir?

—Estamos convencidos de que el método más eficaz para aprobar a la primera es que la teoría sea progresiva. Por eso impartimos los cursos en grupos cerrados con fecha de inicio y final, de seis días de duración, de manera que el primer día todos parten de cero. Y una vez acaban, lo complementamos con una séptima sesión de test, en la que incidimos en las preguntas que se suele fallar. Esto nos diferencia del resto de autoescuelas, que normalmente establecen un horario, donde puedes coincidir el primer día con alumnos que se examinan al día siguiente. Nuestro volumen de trabajo y de aprobados es altísimo.

—¿Qué volumen es ese?

—Una autoescuela normal puede rondar los cien alumnos anuales, mientras que nosotros estamos en los 500 y con un 80-85% de aprobados a la primera.

—¿Y cuántas prácticas se necesitan?

—Zaragoza es una de las ciudades más complicadas para sacar el carnet, porque, por ejemplo, cada glorieta es diferente. Tenemos la de Paraíso, Ciudadanía, siglo XXI, la del Teatro de las Esquinas o la de Los Enlaces. Cada una es distinta y los alumnos tienen que entenderlas y saber cómo entrar, dónde ponerse y cómo salir. No tenemos un patrón como el resto de ciudades. Perdemos muchas clases solo en enseñar esto. Para ser realista, se necesitan 20 clases prácticas o más, además de la teoría.

—¿Cuánto dinero cuesta?

—Con tasas y tramitación incluidas, 20 clases prácticas más la teórica, 955 euros de media. Los alumnos tienen que ser conscientes de que aprobar la teoría solo depende ellos, y si hacen caso al profesor no tendrán problemas.

—Desde el 15 de septiembre hay novedades en el examen. ¿Cuáles son?

—La ingeniería ha mejorado los vehículos con muchas ayudas a la conducción, obligatorias de serie a partir del 2022 para los nuevos coches. De ahí que en los exámenes ya se puedan llevar activados, por ejemplo, el alumbrado y limpiaparabrisas automáticos; la cámara trasera para aparcar, o el sistema de colisión frontal.

—¿Cómo conducimos los aragoneses?

—Yo creo que bastante bien. Diría que muy bien. Aunque quizás destacamos por el exceso de velocidad y por la utilización del móvil.

—El código de circulación incluye normas respecto a la bicicleta, ¿y sobre los patinetes?

—No se mencionan. Los patinetes eléctricos acaban de llegar. Hasta que lo regulemos pasará tiempo. De momento, es un tema de cada ayuntamiento.

—En su opinión, ¿debería haber una edad máxima para el carnet?

—Sí, rondando los 70. Pero es difícil de aplicar. A esas edades suele darse una falta de reacción por falta de reflejos; se olvidan las normativas; se tiene la sensación de prioridad, y hasta hay confusión de luces semafóricas. Por ello o se impone una edad límite o que cada médico de cabecera sea quien evalúe, porque es quien conoce a sus pacientes.