Es un 'Speciality Indoor Cycling' y el responsable de Cycling Roöm, una escuela de Zaragoza de 'ciclo indoor' que viene formando a miles de profesores y clubs en toda España de lo que comúnmente conocemos como spinning.

—¿El ‘spinnig’ es una moda?

—Más bien habría que llamarlo ciclo indoor porque spinning es una marca. Pero sí, es una actividad que es y seguirá siendo una moda. Las propias marcas van modificando las bicicletas y la manera de trabajar. A partir de ahora, por ejemplo, ya no será por sensaciones ni con pulsómetro, sino de forma objetiva, mediante un potenciómetro, y con la resistencia sobre unas zonas de entrenamiento. Esto hará que siga creciendo.

—¿Qué ventajas tiene este deporte?

—Como siempre te dirige un profesional, es una actividad cardiovascular nada lesiva, muy buena para el control de peso y para tu condición física, muy adaptada para que cada vez resistas más tiempo en un esfuerzo alto y recuperes más pronto. Es para todas las edades. Siempre que el profesor te dirija bien no tienes ningún riesgo.

—¿Dónde están los límites?

—En la preparación de cada uno. El profe debe saber muy bien lo que está haciendo desde el punto de vista del entrenamiento. Lo que pasa a veces es que es el propio cliente el que se pasa no haciendo caso a lo que le están marcando.

—¿Es un quemagrasas?

—Para un entrenamiento perfecto habría que combinar el trabajo de cardio con el de fuerza. Con esto se consigue quemar mucha más grasa en menos tiempo.

—¿Cuenta Zaragoza con buenos profesionales?

—Zaragoza siempre ha estado en un nivel muy alto y es cuna de muy buenos instructores. Jesús Gallego, por ejemplo, influyó mucho en que hubiera una primera formación de profesores. Más tarde aterricé yo.

—¿Cómo empezó en este mundo?

—Empecé con Kim Forteza y su escuela Procycling, reconocida a nivel mundial. Me formé con él y durante cinco años formé parte de su equipo en la escuela. En 1996, Kim desarrolló un manual que es el ciclo indoor que conocemos hoy en día, al ponerle música, ritmo y comunicación al pedaleo. Realizamos entrenamientos muy creativos, lo que llamamos protocolos de alta intensidad, para que no te aburras haciendo siempre lo mismo. España, a partir de Kim, se convirtió en número uno en esta actividad en el mundo, que inventó a finales de los 80 Johnny G pero con un método basado en el entrenamiento del ciclista y sin música. Este método lo aprendí con él y desde la escuela Cycling Roöm lo hemos ampliado.

—¿En qué está trabajando ahora?

—He ideado un sistema para clubs, el spark system, para que todos los profesores unifiquen criterios y sepan impartir con calidad. Hay una falta de profesionalidad en muchas clases de indoor por culpa de los gimnasios, porque esto no va solo de subirte a la bici. También me han invitado a una convención en Israel la semana próxima.

—Ahora que el ‘brake dance’ va a ser deporte olímpico, ¿lo será el ‘spinning’?

—No. Esto es una actividad dentro del sector del fitness. Es diferente al resto, pero de ahí a llamarlo deporte...