La nueva encuesta del observatorio nacional sobre drogas incorpora varias nuevas sustancias en la recogida de datos en los años 2017 y 2018, ya que el 1,1 % de la población las ha consumido aunque sea de manera experimental. Entre estas sustancias están el Spice (0,4%), la Ketamina (0,5), Ayahuasca (0,1%), Mefedrona (0,1%) y Salvia divinorum (0,2%).
¿Qué son estas sustancias? El Spice se conoce también como marihuana sintética. El producto consiste en hierbas rociadas con sustancias sintéticas que imitan el tetrahidrocannabinol (THC), el ingrediente activo natural que se encuentra en la marihuana y que es el responsable de sus efectos tóxicos. Entre sus consecuencias adversas están un aumento del ritmo cardíaco, convulsiones, psicosis, insuficiencia renal y accidentes cardiovasculares.
Otra de las nuevas sustancias es la Ketamina. Se trata de una sustancia utilizada como anestésico de grandes animales y que produce efectos psicodélicos. A dosis bajas, se consigue un sentimiento apacible, soñador. Los usuarios informan de la sensación de flotar y salir ligeramente fuera de su cuerpo. Produce además, alucinaciones, alteración de la atención y la memoria. Y también bradicardia, hipertensión, arritmias, depresión respiratoria leve, amnesia e impercepción del dolor. (Es un estado de semiinconsciencia, no nos olvidemos que es un anestésico).
Ayahuasca es un hongo alucinógeno. El peligro más serio se deriva de su efecto sobre el córtex cerebral, que puede provocar un cuadro psicótico cuya duración varía, pudiendo ser agudo, o bien más duradero y en algunos casos, ser irreversible. Está documentado que desencadena esquizofrenia en personas predispuestas.
La Mefedrona también es conocida como ‘Comida para Cáctus’. Esta droga se ha llegado a vender como fertilizante para plantas, o incluso como aromatizante para productos de limpieza. Tiene efectos estimulantes que aumentan las sensaciones corporales.
La Salvia divinorum provoca fuertes alucinaciones y era utilizada en México por los chamanes en rituales de adivinación. Es de la familia de las salvias, pero es la única que contiene sustancias psicoactivas.
Quizás esté aportando excesivos datos técnicos y farmacológicos, pero me parece importante resaltar la «peligrosidad» que estas nuevas sustancias pueden acarrear. No se pretende asustar, simplemente reflexionar sobre la necesidad de algunas personas de evadirse de la realidad, buscando un escape a las tensiones y el malestar cotidiano aun a riesgo de jugarte la vida y el equilibrio mental. Todo «nuevo estado» inducido por cualquier droga es mejor que la realidad con la que tengo que convivir. Da igual el producto que tenga que utilizar, la evasión está por delante de la salud física y mental. «Si el agua de fregar colocase, la bebería». T
