Subasta destinada a Jóvenes agricultores. Se inserta dentro del Polígono 19, parcela 5.067,de 94I28 hectar. Dividida a su vez en once cotos, con extensión aproximada de 8 hectáreas cada uno. Su situación parte desde la cercanía al término de La Zaida, carretera a Sástago, se expande desde el lindero de la "rochela", por planos a veces algo inclinados, con vaguadas de poca ondulación, ramblas o torrenteras, entre las que pasa el camino de la mítica Valdemposta.

Estos prados de secano, dedicados al cultivo del cereal, se convertirán en regadío, por aspersión, ello será posible gracias al "pacto del agua".

De estos campos el ayuntamiento se reserva, el uno y el dos, junto a la carretera, el resto entraran en la subasta para aquellos agricultores que previamente han presentado el pliego de solicitud.

Recuerdo, que en tiempos de mi ya lejana juventud el terreno, estaba poblado de viñedos, de cuyas uvas muy maduras, extraían un tinto algo dulzón, "vino del Tormo" agradable al paladar, muy apreciado en la zona.

El paraje y su entorno, cuenta en su haber con interesantes hechos de carácter histórico, ocurridos en lo que es Valdemposta, ruta de bandidos del siglo XlX y principios del XX, donde asaltaban a transportistas que hacían el camino con sus carromatos cargados de trigo y cebada, con destino a Tortosa y Delta del Ebro. A su regreso, eran detenidos, para quitarles el dinero o la carga que consistía principalmente de vino, arroz y bacalao.

Significativas, las correrías del terrible "manco de "Romana" hombre, que según la sabiduría popular, había perdido el brazo, de un golpe de trabuco asestado por un osado trajinero, que se enfrentó a él. La leyenda nos cuenta que el sujeto tenía su punto de vigilancia desde el torreón medieval, denominado como el "nido del cuervo" situado en la cumbre de un cabezo, que se halla entre el río aguas vivas y el camino de la val.

Otro famoso, anterior al manco, lo fue Anselmo Alegre "el cantarero" que en el puesto de postas de romaneta, se apoderó de un cargamento de aceite que procedía de Escatrón, con destino a Zaragoza. Todo el amplio espacio y su entorno es ahora un sitio tranquilo y bello.

Y dada la primavera de fuertes lluvias está pleno de verdor y lozanía, como hacía tiempo que no se veía.

Víctor SARIÑENA, Cronista Oficial de Sástago