El ángel del dance de la Virgen de Cabañas no tuvo que enfrentarse solamente al diablo en la última edición de esta manifestación folclórica, sino que también tuvo que hacer frente, al igual que el resto de los personajes, al intenso calor en el que se desarrolló la novena edición de la romería a la ermita.

Hasta al mismo demonio, llegado de los infiernos, le tuvo que costar superar las altísimas temperaturas que acompañaron toda la representación del dance recuperado por la asociación cultural L´Albada, de La Almunia.

Aun así, danzantes niños y mayores salieron al escenario a representar el dance y a contar sus coplas a la Virgen, cuya imagen, trasladada por los miembros de la cofradía de la Tercera Orden, presidió la actuación. Ocho niños forman el equipo relevo de los danzantes mayores, compuesto por doce personas. Los pequeños, al igual que los mayores, también vistieron el palo con las cintas de colores.

La asociación cultural El Fuerte fue galardonada en esta novena edición con el premio "danzante de honor", concedido cada año por la organización.

La afluencia al acto central de la romería de la Virgen de Cabañas fue muy alta, como todos los años, y el público aguantó la hora y media de duración de toda la actuación. La afluencia en la zona del bar, a la sombra y con bebidas frescas, también fue muy alta.

La celebración de la romería había comenzado la noche anterior, en la decorada calle de Cabañas, con una cena.

Tanto en esta fiesta previa, como a lo largo del día de la romería, la música tradicional ambientó todos los actos. "Los gaiteros del brazal hondo" se encargaron de poner la nota tradicional a esta fiesta popular.