La vida de los vecinos de Villanueva de Gállego se vio afectada hace unos días porque se prohibió beber agua de los grifos y de las fuentes. Tampoco podían emplearla para cocinar. Así se avisó en un bando que firmó el propio alcalde villonovense, Jesús Gayán. De esta forma, esta localidad a las puertas de Zaragoza se convertía en la cuarta población que, en menos de una semana, registraba concentraciones de residuos de lindano superiores al máximo permitido.

Esta sustancia tóxica, que tiene su origen en los vertederos industriales de Sabiñánigo, llegó al cauce del Gállego por motivos que todavía no se han aclarado y ha afectado además a Santa Eulalia, Ardisa y Piedratajada.

La prohibición de beber agua en los cuatro núcleos afectados, instada por la Administración autonómica, iba acompañada de la orden dictada por la Consejería de Medio Ambiente de limpiar los depósitos de almacenamiento, dado que existen sospechas de que pueden ser la fuente de la contaminación.

Para hacer frente al problema, la Diputación de Zaragoza envió depósitos de agua a las localidades afectadas. En el caso villanovense, dado el volumen de población, se envían tres camiones diarios, un servicio que está resultando gratuito a las arcas municipales.

Para dar las explicaciones pertinentes sobre el caso, el pasado 26 de septiembre se celebró en la localidad una reunión a la que comparecieron la DGA , el ayuntamiento y el Instituto Aragonés del Agua. Además, se están llevando a cabo desde el primer momento, análisis y tomas de agua, que son ejecutadas por el área de Salud Pública del Gobierno de Aragón, en diferentes puntos de captación y en las 23 localidades ribereñas del Gállego. Éstas determinaron que algunas de las localidades situadas junto al cauce del Gállego daban porcentajes de lindano superiores al máximo permitido, que se sitúa en 0,10 microgramos por litro. Fue en Villanueva de Gállego donde se detectó la mayor concentración, exactamente 0,30 microgramos, frente a los 0,28 de Piedratajada, los 0,13 de Santa Eulalia y los 0,11 de Ardisa. Aunque en el caso villanovense, "los últimos análisis muestran que las concentraciones se han reducido ya a más de la mitad en los últimos días", precisa el alcalde de la localidad, Jesús Gayán.

Para limpiar el cauce del río, la CHE ha autorizado la suelta extraordinaria de caudal en los embalses del río Gállego con el fin de elevar el caudal y favorecer la disolución de los residuos de lindano. De momento, en Villanueva se está procediendo a la limpieza de las balsas donde se acumula el agua de consumo humano, al tiempo que se están ya instalando nuevos filtros de carbono y adecuando la instalación de suministro, unos trabajos que está sufragando la DGA. "Confiamos que en unos diez días el problema esté solucionado", explica el alcalde villanovense. Si bien, el edil recuerda "este suceso es algo que hemos heredado. Hace más de 30 años que está presente".

BAJO GÁLLEGO

El alcalde de Zuera, Antonio Bolea, la alcaldesa de San Mateo, Teresa Solanas, y el alcalde de Ontinar, Santiago Azón, participaron también en la reunión en la que se citó a todos aquellos municipios que se podían ver afectados por el lindano en sus aguas, una cita en la que explicaron el caso el consejero de Sanidad, el de Medioambiente y el de Política Territorial el Gobierno de Aragón y sus respectivos directores generales, además de responsables del IAA.

En el caso zufariense, "estamos tranquilos, porque estamos realizando análisis periódicos del agua y los niveles de lindano salen por debajo de lo establecido", dice Bolea. "Tenemos una planta potabilizadora moderna y con filtros de carbono, que son los que eliminan cualquier tipo de residuo", precisa el edil.

Igualmente, la alcaldesa de San Mateo comenta que "se están haciendo análisis todos los lunes y jueves y los niveles de lindano salen bien, por lo que no hay que alarmar a la población". En cualquier caso, "si en un momento puntual se viera que han subido y el agua no se puede beber, lo notificaríamos mediante un bando, para que se enterasen los vecinos", concluye Teresa Solanas.

Igualmente, el alcalde de Ontinar de Salz, Santiago Azón, reconoce "estar tranquilo", ya que no se han registrado en la localidad restos de lindano. No obstante, "seguimos haciendo análisis periódicos", aunque la localidad se suministra del embalse de la Sotonera, "que no está contaminado", precisa el edil, que también asistió a la reunión informativa con la DGA. Precisamente este organismo "nos envía los análisis del agua con frecuencia, aunque desde el consistorio también los hemos realizado", puntualiza Azón, quien añade que, por si acaso, "el protocolo está preparado por si tuviésemos que actuar rápidamente".