Los vecinos de Miralbueno exigieron que se solucionen los problemas de insalubridad que afectan a los terrenos contiguos a la ermita del distrito. Así lo evidenciaron desde la Asociación de Vecinos San Lamberto en un recorrido por la zona junto al presidente de la Junta de Distrito de Miralbueno, Fernando Ledesma, y el portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zaragoza, Eloy Suárez.

Este solar, junto a sus edificaciones, fue expropiado a sus antiguos propietarios con el objetivo de habilitar las zonas verdes que establece el Plan General de Ordenación Urbana, pero por el momento no se ha procedido al derribo de ninguno de los edificios. Desde el consistorio aseguraron que es un proceso en marcha, como lo demuestra que ya sea un suelo municipal y que aunque no se conocen fechas concretas para el derribo de los edificios, se actuará en el solar lo antes posible y se creará la zona verde.

En este sentido, Eloy Suárez insistió en que la falta de actuaciones por parte del ayuntamiento ha generado un foco de suciedad y ratas para los vecinos e insta al alcalde de la ciudad a "hacerse eco de las peticiones de los vecinos" con una mínima actuación. "Se trataría de una intervención de bajo coste para la que podrían aprovecharse algunas partidas municipales como la que está prevista para el programa Estonoesunsolar", declaró.

PLAZAS EN ESCUELAS

Por otra parte, la Asociación de Vecinos San Lamberto de Miralbueno también denunció la situación en la que se encuentran otros solares del barrio, en concreto los cercanos a los centros escolares. "Están completamente abandonados, sin vallas, con ratas y llenos de escombros y basura", denunció el vicepresidente de la asociación, Ricardo Berenguer.

Los vecinos de Miralbueno pidieron que se acondicionasen estas parcelas como aparcamientos temporales que permitiesen a los padres dejar con mayor facilidad a los hijos en los centros educativos, pero el ayuntamiento de la ciudad "se cierra en banda", explicó. "Hemos pedido actuaciones de mantenimiento que no sumen dinero", lamentó Berenguer.