La formación de hábitos alimentarios adecuados constituye un proceso que requiere la instrumentación de un programa interdisciplinario para contribuir a la modificación gradual de las conductas en el consumo de alimentos. Para ello la Asociación de Detallistas del Mercado Central elabora cada año un programa de visitas educativas a colegios y colectivos, como primer eslabón en la correcta alimentación a través del comercio tradicional y de proximidad y su incidencia en una nutrición adecuada.

En lo que va de año, más de 250 escolares de Infantil y primeros cursos de Primaria han visitado las instalaciones del Mercado Central, conociendo las cámaras de conservación, las salas de manipulación de alimentos y obradores y recorriendo los puestos de venta. "Les llama mucho la atención los grandes frigoríficos, las enormes básculas y cómo se trocean las piezas de carne o se elaboran las salchichas", indica Julio Pasamón, dinamizador del Mercado Central y encargado de las visitas. "Mediante esta actividad educativa los niños conocen qué es un mercado y cómo se trabaja en él". A lo largo del año 2013, este equipamiento recibió la visita de unos 800 escolares.

Los alumnos proceden de todos los colegios de Zaragoza y para ellos la visita resulta amena y divertida. "Nos sentimos que somos parte del último eslabón de la cadena alimentaria y para evitar que aumente el problema de la obesidad y la mala nutrición en la infancia intentamos transmitir a los niños algunas recomendaciones y consejos de cómo tiene que ser una buena alimentación, ya que luego eso repercute en su salud", apunta Pasamón.

Durante las visitas, los escolares "se familiarizan con los productos que se venden en el mercado, conocen el proceso que siguen hasta que llegan al consumidor, aprecian el trato próximo y familiar y realizan por primera vez la acción de compra". Durante el curso escolar, las visitas tienen lugar los lunes por la mañana con grupos de 25 alumnos como máximo.