Título: ‘Cari Mora’

Autor: Thomas Harris

Editorial: Suma de letras

Los fans de Thomas Harris, entre los que, naturalmente, me cuento, están de enhorabuena porque el maestro de la novela negra norteamericana acaba de regresar a las estanterías, tras trece años, con una nueva novela: Cari Mora (Suma de letras)

Se trata de un thriller vertebrado con elementos muy modernos, como lo es, por ejemplo, el narcotráfico, con sus bandas rivales y los botines, en forma de droga o cash, que a menudo iban ocultando, o perdiendo, como perfectamente pudo ser posible que aquel gran capo que fue Pablo Escobar ocultase grandes cantidades de dólares, incluso de oro, en lingotes, a resguardo de la curiosidad ajena, y de las futuras pesquisas de la DEA.

Partiendo de ese supuesto, Harris nos invitará a recorrer la costa de Miami a bordo de lujosos yates, algunos de cuyos tripulantes, más que de placer, han sido enrolados para la búsqueda de los tesoros ocultos del cártel de Medellín.

Personajes brutales, asesinos sin escrúpulos, pero también hombres sofisticados, dueños de tecnologías punta en las aéreas de la comunicación... o del crimen organizado (aunque tantas veces producto de la improvisación o de la desorganización).

En ese clima de tensión y presión (en el thriller o ritmo de suspense siempre se oye de fondo un reloj, un tic tac que acucia o amenaza al protagonista e invita al lector a pasar las páginas aceleradamente).

Harris sale airoso de esta nueva aventura literaria, como no cabía menos que esperar de alguien que ha sido capaz de crear uno de los grandes personajes de la novela negra contemporánea, o de la novela sin más: el psiquiatra caníbal Anibal Lecter.

Una creación fastuosa que propulsó de inmediato la fama de Harrris, tanto por el mérito intrínseco de su novela El silencio de los corderos como por la adaptación cinematográfica y por el gran trabajo del actor Anthony Hopkins, cuya inolvidable encarnación del monstruo todavía nos hace temblar.

Para componer el personaje de Lecter, Harris se inspiró en los casos reales de algunos caníbales, con los cuales, en un par de cárceles norteamericanas, consiguió entrevistarse a fin de reunir una documentación fidedigna sobre sus trastornos y actos, en busca de lo que funcionaba mal dentro de ellos. Sin embargo, quedó tan frustrado por esas entrevistas, al resultar los criminales tan toscos y elementales como alejados del personaje complejo en que pretendía convertirlos, que creó a Lecter, simplemente, regalando a la ficción ese maravilloso Anibal incorporado a los anales universales del crimen de ficción.

Siendo, en realidad, Lecter, más que un asesino con papel activo, un pasivo detective, pues no olvidemos que trabajaba codo con codo con el FBI, y con una de sus inspectoras, Clarice Sterling, para solucionar en equipo el secuestro de una mujer joven que corría el riesgo de ser torturada y desollada por un ex paciente del doctor Lecter.

Un autor, Harris, en busca de nuevos personajes e historias, tal vez por el afán de liberarse de su Frankenstein particular.