No se trata exactamente de las anécdotas de una librera, sino más bien de las vivencias que como conocedora del oficio ha disfrutado y sufrido sin dejar de lado nunca la pasión por la lectura y el amor por esas páginas que se huelen, se tocan y se sienten. Me he divertido mucho zambulléndome en estas memorias, no puedo negarlo; también me he estremecido y he reflexionado porque estar al pie del cañón para seguir contagiando el interés hacia esos objetos mágicos, llamados libros, que guardan dentro de sí experiencias y fantasías, esencias en definitiva de quienes se han atrevido a desprenderse de parte de sí mismos para hacerlo llegar a los otros, es algo que a todo creador le emociona y le enriquece.

Sé de lo que hablo porque formo parte de ello. Así que mucho de lo que Belén Rubiano cuenta en Rialto 11. Naufragio y pecios de una librería, me suena, y el hecho de contarlo tan bien, con humor, con desparpajo, con naturalidad y con certezas, le da al oficio más magia si cabe. Resulta innegable que su mundo está lleno de sensibilidad y de curiosidad, fácil de saciar al encontrarse entre cuatro paredes llenas de riqueza y de clientes que agradecen el encuentro con profesionales que les ayuden a descubrir y a compartir lo descubierto.

Editado por Libros del Asteroide, el título nos remite a la dirección postal, Rialto 11, donde esta chica abrió su negocio en Sevilla, y en donde procuró sumar inquietudes a quienes, ávidos de agitación cultural, buscaban encontrarlas entre líneas. Su narración transcurre en orden y deja entrever el desorden que de vez en cuando, durante aquellos años gloriosos, emergía para alertar de los nubarrones que se asomaban por el horizonte. El romanticismo de la literatura da paso a veces a un realismo crudo e incluso sucio, y la transición suele consistir en un salto apenas perceptible. Conforme avanza la historia, son muchos ingredientes los que la autora intuye como causas de sus desvelos, pero sin duda tiene claro que prima la satisfacción del recorrido. Nada tan especial como la construcción de un universo por el que cabe entregarse en cuerpo y alma sin pensar en cifras y sin olvidar que no hay letras más valiosas que las del alfabeto. Se lee rápido y con una sonrisa permanente, convertido el lector en receptor de confidencias. Disfrutándolo, me reafirmo en que los libros que versan sobre libros tienen otro sabor, quizás más íntimo, porque nos ayudan a evocar momentos del ayer, a saborear los que conforman el hoy y a prepararnos para los que habremos de vivir mañana.

Mimar cada volumen / La protagonista cuida y mima cada volumen con la devoción de alguien que no entiende la vida de otra manera, y lo hace desde siempre: antes y después de asumir el reto de ser autónoma. Se puede llegar a sentir que logra acariciarlos con la palabra. Expectante ante ese día a día que tanto exige para conseguir que cada saber tenga su lugar, supone un auténtico placer conocer su travesía, en la que intenta reinventarse continuamente y desafiar a aquellos que traspasaban el umbral con el único propósito de marearla hasta la frustración.

De ahí que se enumeren anécdotas geniales, de esas que van desde lo maravilloso hasta lo desconcertante pasando por algunas realmente caóticas, dignas de un argumento que contuviera esa extraña mezcla de neorrealismo y surrealismo y que habría de merecer tantas atenciones como aplausos. Por estas páginas se pasean personajes realmente pintorescos que superan a cualquier ficción y que se convierten en la mejor materia prima cuando se trata de plasmar momentos hilarantes, que los hay, de cualquier profesión que exija un trato directo con el público.

‘RIALTO 11

Belén Rubiano

Libros del Asteroide