Valentino Rossi, el dios de todos los tiempos, buscando un nuevo triunfo. Con Jorge Lorenzo, ya conformándose con todo. Con Dani Pedrosa y su corazón de plástico buscando reivindicarse ante su público. Y con Marc Márquez, el campeón, el 'rookie' de la historia, el líder, el eterno ganador (ya lleva siete seguidas) resistiéndose, Montmeló, Barcelona, Catalunya ha ofrecido al mundo una de las mejores carreras de toda la historia del motociclismo.

MÁRQUEZ NO RENUNCIA A NADA

Una carrera en la que, como no, Márquez, que por vez primera en el año no había logrado la 'pole', ha peleado hasta las dos últimas curvas para mantener su dominio, no conformándose jamás con la segunda plaza (Rossi ha mandado durante un montón de vueltas), ni con la tercera cuando Pedrosa, que sí había partido desde la 'pole', ha presentado su candidatura a la victoria. Todo eso ha ocurrido porque Rossi es maravilloso y, aunque mayor, pelea hasta la extenuación. Eso ha ocurrido porque Pedrosa tiene necesidad de algo grande, que nunca llega. Y todo eso ha ocurrido porque Márquez, que tiene dos comodines guardados en su bolsillo, no quiere especular y, aunque lo niegue, busca coronarse, por segundo año consecutivo, como el campeón más grande, además del más joven.

Y, después de cientos de adelantamientos, en los que en todos, todos, estaba metido Márquez (o a Rossi o a Pedrosa), con Lorenzo impotente en el 'balcón' de ese grupito privilegiado de 'magníficos', Márquez ha enfilado la última vuelta como líder sabiendo que Pedrosa lo iba a intentar. No solo lo ha intentado, sino que lo ha conseguido al final de la larga recta del Circuit, pero Marc le ha devuelto el adelantamiento dos curvas después. Y, cuando todo parecía decidido, en la curva 11, ya cerquísima de la entrada a meta, Pedrosa ha alargado la frenada y se ha acercado tanto, tanto, a Márquez, que incluso su rueda delantera, la de Dani, ha tocado la trasera de Márquez. Muchos han recordado Aragón-2013, cuando el de Cervera se acercó tanto, tanto, a Pedrosa que hasta le rompió el clave del control de tracción (provocando, milésimas de segundo después, su caída). Pero no, Pedrosa ha abortado la maniobra, ha trazado largó, Rossi, siempre atento, le ha superado ganando una merecida 'plata' y Márquez se ha escapado a lo grande, a lo bestia, para ganar su séptima carrera seguida.

UN FINAL APASIONANTE

Todo demasiado inmenso, demasiado hermoso, demasiado fantástico, deportivo, espectacular como para no ser considerado una magistral obra de arte deportiva. Y, sí, ha ganado Marc Márquez (Cervera, Lleida, 1993), pero tan buenos, tan estupendos, tan magníficos, tan maravillosos, tan elogiosos y elogiados deben ser Valentino Rossi, que, a sus 35 años, sigue en racha, peleando, no rindiéndose nunca, y Dani Pedrosa, el campeón sin corona que, por fin, lo ha intentado 'a lo Márquez', pero pero ha perdido.

Mundial de MotoGP: 1. Marc Márquez (España), 175 puntos; 2. Valentino Rossi (Italia), 117 puntos; 3. Dani Pedrosa (España), 112 puntos; 4. Jorge Lorenzo (España), 78 puntos; y 5. Andrea Dovizioso (Italia), 71 puntos.