La primera unidad salió de la fábrica Franca de Barcelona el 27 de abril de 1984. Era de color rojo y llevaba el motor de 1.2 litros. En 1993, la producción de la segunda generación coincidió con el estreno de la planta de Martorell. El Ibiza se ha consolidado como el modelo más carismático de Seat, con casi cinco millones vendidos.