Entre el festival de acusaciones mutuas, amagos y amenazas, mentiras y medias verdades, tardías reflexiones y sesgados análisis que vienen acompañando el sepelio de la térmica de Andorra con plañideros clamores, vale la pena destacar y preservar para el futuro dos opiniones vertidas estos días en estas páginas: la de Emilio Querol, ingeniero de Minas, y la de Manuel Teruel, dirigente empresarial.

Querol, en un artículo titulado España desmonta Teruel desmonta a su vez, uno por uno, todos los argumentos del persianazo de Endesa. No sería cierto que los niveles de contaminación sean ni dramáticos ni insalvables. No sería cierto que la inversión a realizar por la empresa para rebajar esos efectos sea inabordable, pues mantendrá en uso otras centrales similares en Galicia y Andalucía. Y no sería verdad que se hayan previsto alternativas a la economía de las cuencas.

Manuel Teruel, por su parte, recordaba en su artículo, titulado Thatcher vino a Teruel, el recorrido histórico de la explotación del carbón y su trascendencia en la historia reciente, contemporánea, de Europa. Vinculando la riqueza de sus yacimientos al ascenso a grandes potencias de Inglaterra, Francia, Alemania; y recordando también las terribles crisis (sobre todo en Reino Unido) subsiguientes a los cierres de sus minas y al progresivo triunfo de políticas medioambientales diseñadas desde la demonización del carbón y del petróleo, y la santificación de las energías renovables, la solar, el viento... Sin advertir que serían más caras y con afecciones paisajísticas, como aerogeneradores y parques solares, de consideración, pues el territorio conquistado por esas horrendas estufas y molinos, queda estéticamente contaminado y yermo para el desarrollo turístico.

¿Volverá el carbón? Seguramente, vaticina Manuel Teruel, teniendo en cuenta, además, que de muchos países, y potencias, como Estados Unidos, nunca se ha ido, pues no se ha vetado. Más que probablemente, la ciencia conseguirá depurar las emisiones, reducir cada vez más los niveles contaminantes, hasta recuperar los combustibles fósiles... ¿Será en 2025, en 2030? Lástima que para entonces no vaya a quedar en Andorra, Ariño ni Estercuel, un solo minero. Y, a lo peor, nadie.