Aragón mantiene su nivel de calidad de vida por encima de la media nacional, y ha logrado mejorar sus índices de salud y de esperanza de vida gracias al sobresaliente que alcanzan los servicios sanitarios, según revela el Anuario Social de España 2004 de la Fundación La Caixa. Los datos más relevantes de ese estudio explican que los zaragozanos disfrutan de los mejores y más altos servicios médicos de la comunidad, que Huesca tiene la mejor oferta educativa, cultural y de ocio, y que Teruel, pese a que tiene una categoría sanitaria más baja, presenta mejores índices de salud, lo que dice mucho en favor de la resistente naturaleza de los turolenses. En cuestión de bienestar parece que no hay mucho que objetar, porque mal que bien Aragón consigue fijar sus niveles de renta aunque no logra acortar distancias con los territorios vecinos en los que tradicionalmente se vive mejor. Pero en cuestión laboral el suspenso es generalizado porque los buenos datos que arroja la tasa de desempleo --sólo mejorados por los de La Rioja y Navarra-- desvelan que están maquillados por las malas condiciones del trabajo. Efectivamente se crea empleo, pero es tan precario que la comunidad pincha precisamente en los parámetros de los que más presume.