Javier Arenas estuvo ayer en Zaragoza para protagonizar un nuevo episodio de la historia interminable: prometer ayudas para la Expo pero sin comprometer ni cuantía ni fecha. Más de lo mismo. El vicepresidente del Gobierno presidió la comisión nacional de la Expo 2008, aunque se guardó de fijar el importe de la financiación por si la candidatura de Zaragoza no sale adelante: "Sería un perfecto irresponsable", dijo. La visita del vicepresidente coincide con la campaña publicitaria que el Ministerio de Medio Ambiente está haciendo en defensa de los ríos: "Este río es tu herencia. Has heredado una gran tierra, cuídala", reza el consejo publicitario del Gobierno, pero Arenas tampoco comprometió dinero para la recuperación de las riberas del Ebro. Sólo buenas palabras y el compromiso de un gobierno que tiene fecha de caducidad en marzo, de manera que todo lo que no esté firmado será papel mojado. Esa historia la conocemos.