La recién nombrada consejera de Sanidad, Sira Repollés, hace una profunda autocrítica sobre la gestión de la pandemia en la entrevista que hoy publica EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. En sus reflexiones, asume que no se previó la dimensión de la tragedia y que faltó previsión, si bien también admite que es algo que le ha ocurrido a todas las administraciones y a todos los países. De sus palabras, o mejor de sus silencios, se desvela su escasa sintonía con su antecesora, Pilar Ventura, que tuvo que dimitir recientemente por unas declaraciones sobre la protección de los sanitarios. Un desliz que le costó caro. En la entrevista, no obstante, la consejera todavía no ha acumulado los tics propios del lenguaje de los políticos, y queda bien evidente que es una persona que proviene del sector de la sanidad, ya que ha ejercido como ginecóloga. Tiene por delante mucho trabajo. Ahora, además de médica, es gestora.