El saldo de ocupación del Inem da que España tenía en julio casi 41.000 empleados más que en junio. Apenas hay novedad en cuanto al aumento del total de trabajadores con empleo, porque es el habitual reflejo de la fuerte demanda de personal de las empresas vinculadas al sector turístico. En todo caso, estamos ante una contradicción significativa: el sector hostelero dice que pierde clientela, pero no debe de ser tan alarmante si en julio siguió contratando personal eventual.

Más significativo es que las centrales sindicales hayan insistido, a la vista de los datos, en la denuncia de algunas prácticas empresariales que, si no son ilícitas, al menos son reprobables: despiden a trabajadores durante el verano a sabiendas de que recibirán prestaciones públicas y les reintegran a la plantilla durante el último trimestre. El indicio evidente de esas prácticas explica que el paro haya aumentado en Cataluña, Navarra y País Vasco el mes pasado. Se reducirá en cuanto se inicie el curso escolar.

A partir de septiembre se podrá evaluar si el empleo en España va mejor o peor de lo que previó el anterior Gobierno del PP. De momento, patronal y sindicatos ya avisan de que los datos del Inem no reflejan la realidad.