A la presidenta de las Cortes de Aragón y concejala electa de Podemos, Violeta Barba, la ilusión se le fue la noche electoral al conocer sun pingües resultados. Ayer anunció su renuncia en lo que se puede interpretar fácilmente como un fraude al electorado que le votó. Porque si tuviera opciones de ser alcaldesa no se iría. Y curiosamente seguirá en la dirección del partido, cuando el problema ha radicado en Podemos, de ahí que en otras comunidades hayan dimitido en bloque. Del partido. Aquí no. La reflexión debería ser muy profunda en Podemos, pero parece que no.