Cada vez está más claro que Calatayud necesita de un esfuerzo por parte de todas las instituciones y de todos los partidos, al margen del color político. El nuevo socavón abierto en la ciudad, a espaldas de la casa azul , y el informe de un experto que asegura que este edificio cedió por una corriente subterránea, sin olvidarse de problemas como los que generan los barrancos, por ejemplo, son más que suficientes para tomar cartas en el asunto y al unísono. La cuarta ciudad de Aragón debe buscar la raíz de todos estos inconvenientes para dar una solución que tranquilice a todos los ciudadanos. Y el compromiso debe ser de todos.