Todos los meses de agosto, que es cuando yo voy a mi pueblo, todas las tardes, lo primero que hago al salir de casa es subir al Castillo por las escaleras, que, por cierto, están muy bien arregladas, y veo la triste imagen que presenta nuestro Torreón de San Pedro como los nativos llamamos, me da pena el pésimo estado de abandono y deterioro en que se encuentra. Recuerdo cuando era niño que subía a jugar a moros y cristianos o a cruzadas y romanos con otros chicos del pueblo, pues unido al torretón hay un tapial con saeteras desde donde hacíamos los chicos el simulacro.

Este Castillo, yo creo que data del primer milenio según cuenta la historia, ya que la Taifa de Aben-Racín, un príncipe musulmán en el 1093 le hizo entrega de él al Rey de Aragón Sancho Ramírez, en prenda de alianza mutua contra el Cid Campeador, que se encontraba entonces en Valencia en su destierro, donde murió el 10 de julio de 1099. Yo creo que, si no se reciben subvenciones para su reconstrucción, nuestras generaciones venideras tendrán que poner un Epitafio que diga: "Estas ruinas pertenecieron a un castillo musulmán que había en la cima de nuestro pueblo, que era el Vigía de la Sexma de Gallocanta a la cual pertenecía". --Pedro Lizama Sebastián. (Zaragoza) C