En los últimos días, han salido a la palestra los problemas económicos del Consejo de la Juventud de Aragón, problemas que, según sus representantes, han hecho inevitable el despido de dos trabajadoras. Intentemos ahondar en este particular. La difícil situación financiera del CJA no es una novedad, no surge de la noche a la mañana pero... ¿No resulta llamativo que, en los momentos en los que ya se vislumbraba la penuria económica, la entidad creara un nuevo puesto de trabajo, el de Gerente Político, cuyo sueldo consume el 27% de la dotación presupuestaria otorgada por las Cortes de Aragón? ¿Afinaríamos demasiado precisando que dicho puesto se ha adjudicado contemplando simplemente criterios de afinidad o confianza con la presidencia del Consejo? Desde un punto de vista razonable, no existiría conflicto alguno si las personas que han ocupado el puesto de Gerente Político se hubieran ganado su contrato de alta dirección buscando financiación alternativa para la entidad pero...teniendo en cuenta que lo único que han hecho ha sido incrementar el gasto, sólo nos queda hacer una reflexión: ¿Hablamos exclusivamente de una cuestión económica? ¿Hay algo más? --Carmen Alloza (Zaragoza)M