La colección de Pilar Citoler recién adquirida por la DGA inaugura hoy una exposición en Valladolid. Curiosamente antes de ser conocida en la comunidad aragonesa. El hecho --tras la polémica sobre la transparencia de la compra--, no ha sentado nada bien en el Gobierno aragonés desde donde, pese a reconocer ayer que la muestra estaba prevista, no acudirá nadie para asistir al acto. Se alegan motivos de agenda y de movilidad, con una ciudad precisamente conectada por el AVE. La DGA debería dar explicaciones más convincentes sobre el hecho.