Los bulos (mentiras que se cuentan y difunden para hacer daño a alguien) son como los virus que primero se adaptan al medio y luego evolucionan para causar más desgracias. Hace unos días descubrimos una nueva especie: un miserable toma una verdad contrastada y, a grandes titulares, publica que se trata de una patraña. La verdad contrastada era el habitual paseo del irresponsable Mariano Rajoy a mediados de abril por los alrededores de su domicilio. La patraña era hacernos creer que se trataba de un bulo fabricado por los maléficos rojos del Gobierno. Hubo gente que tragó. Y, lo que es peor, lo difundió.

Todos podemos creernos una mentira, desde luego. Pero ahora hay que entender que existe gentuza capaz de cualquier cosa con tal de crear pánico, provocar indignación y desestabilizar a la sociedad. Para evitar que tengan éxito en sus objetivos, basta con pensar un poco y seguir estos tres sencillos pasos:

1. Compruebe la fuente de información. No es lo mismo una sorprendente noticia de la página telametodoblada.com que de los medios serios y profesionales.

2. Verifique la supuesta noticia. Algunos medios rizan tanto el rizo que acaban fabricando patrañas. Si la información cuenta que Pedro Sánchez organiza fiestas en su palacio de la Moncloa en pleno confinamiento, piense que, por mucha manía que le tenga al presidente, hay situaciones imposibles de creer o que deberían salir en los medios más serios. Si no es así, no haga caso.

3. En caso de duda, tenga prudencia y reflexione. Quizá se sienta importante al compartir que el Gobierno prohíbe misas católicas y permite celebraciones musulmanas, según la página telojuro.org. Pero pensar es saludable y no le hará parecer ridículo.

*Escritor y editor