El juez de la Audiencia Nacional José María Vázquez Honrubia dictó ayer una sentencia histórica en el proceso contra cuatro directivos de Caixa Penedès, acusados del cobro de pensiones de forma irregular. Lo es porque el caso del exdirector general, Ricard Pagès, y de tres de sus directivos es el primero contra responsables de cajas de ahorro por abusos y excesos en los años de la aguda crisis financiera española. El magistrado ha dictado una sentencia condenatoria por una conducta "maliciosa e insidiosa" y por un "delito de administración desleal" al concederse unos planes de pensiones de unos 30 millones de euros, cuando su entidad navegaba hacia la bancarrota, pero que no tendrá la consecuencia del castigo ejemplar del ingreso en prisión. El pacto de última hora por el que los acusados renuncian a ese retiro dorado crea un precedente positivo. Pero ha sido también el atenuante que ha limitado su condena a dos años de cárcel para el exdirector general y de uno para sus colaboradores. Pena que no conlleva ingreso en prisión al no tener antecedentes penales. El fallo de la Audiencia Nacional es duro en la letra y benévolo en la práctica.