El concejal de Servicios Públicos de Zaragoza, Alberto Cubero, exhibe una factura de 90 euros en un restaurante como demostración de las irregularidades de la compañía FCC en los gastos de parques y jardines que gira a la ciudad. Bien está mirar con lupa lo que afecta al dinero público y no hay que dejar pasar una, pero el concejal parece tener fijación con esta empresa y es de esperar que las justificaciones de gasto que se le exigen sean de mayor calado.