El teniente de alcalde de Participación Ciudadana, Antonio Becerril, debería hacer honor a tan flamante cargo y ser más respetuoso y más democrático con la participación de los ciudadanos, sean dos o dos mil. El teniente de alcalde de Participación Ciudadana no debería despreciar a los 50 vecinos de Miralbueno que participaron en una asamblea para diseñar un plan de movilizaciones en protesta por el cese del alcalde del barrio, en el que viven 4.000 vecinos. Que los ciudadanos participen en la vida de las ciudades es un gran logro democrático, y no puede desmerecerlo quien tendría que estar alimentando la participación todos los días.